LOS HIGOS Y LA SALUD

A pesar de no ser una de las frutas más populares, los higos son una muy importante fuente natural de energía libre de grasas, sodio y colesterol, con un muy alto contenido en fibras.

Con incontables propiedades medicinales y nutritivas, los higos están recomendados para la dieta de niños, jóvenes, mujeres en gestación, deportistas y adultos de la tercera edad. Y es que su alto aporte energético sumado al alto contenido de fibras lo hace un remedio casero eficaz para el tratamiento de trastornos intestinales, y una buena fuente de nutrientes para el organismo en general.

Cargado con potasio, hierro, calcio, vitamina A y vitamina C, se compone principalmente por agua (80%) y azúcar (12%), siendo ideal en su etapa madura, cuando presenta sus mayores beneficios, y en estado seco, ya que sus propiedades nutricionales se duplican.

Entre otros beneficios, los higos alivian problemas del sistema respiratorio, dolores de garganta, bronquitis, catarros, trastornos intestinales o estreñimiento crónico, facilita la digestión y es un estupendo laxante natural. Además es muy efectivo contra llagas y aftas, y muy bueno para quienes realizan dietas para adelgazar.

En otro plano reduce el colesterol gracias a la pectina, una fibra soluble que atraviesa el sistema digestivo extrayendo los glóbulos de colesterol y eliminándolos de nuestro cuerpo, previene enfermedades coronarias gracias a su contenido de fenol, omega-3 y omega-6, previene la hipertensión y hasta puede ser utilizado para tratar la debilidad sexual.

Para hacer una deliciosa mermelada de higos necesitarás:  

1kg de higos limpios y pelados, 

500 gr de azúcar, 

300 ml de agua y 

jugo de medio limón.

Preparación:

Limpia los higos y pélalos. Una vez limpios, los pesamos y debemos considerar que el azúcar será la mitad que el peso de los higos.

En una cazuela ponemos los higos con el agua, el agua más o menos debe llegar a la mitad de los higos. Cocemos durante unos 15 minutos a fuego medio y removemos de vez en cuando.

Después añadimos el azúcar. Añadimos el limón que ayuda a que la fruta suelte la pectina con la cocción. Dejamos cocer hasta que espese, moviendo de vez en cuando y quitando la mayor parte de pepitas de los higos. Aprox. unos 15 o 20 minutos.